En la última semana , he tenido la gran suerte, de trabajar aspectos motivacionales y emocionales con la Rítmica Escolapios de Pozuelo, capitaneado por la entrenadora nacional Cristina Lancho.
Uno de los aspectos fundamentales de la gimnasia rítmica es la motivación y emoción. Éstas son actividades voluntarias básicas, que necesitan intensidad de esfuerzo progresivo y constancia, al igual que este deporte. Los resultados de la motivación y emoción dentro de los ejercicios de esta modalidad, se observan en la competición con los demás, con uno mismo o con un objetivo en concreto.
Las técnicas y herramientas motivacionales, facilitan la intervención aumentando la adherencia a los diferentes programas deportivos y , además, pretenden una óptima preparación psicológica destinada a alcanzar máximos niveles de rendimiento en el deporte competitivo
En la Gimnasia Rítmica, puede haber diferentes motivos, si bien existen motivos relativamente específicos de alguna actividad, por ejemplo, el placer intrínseco que produce la correcta ejecución de un lanzamiento con riesgo, una determinada maestría o un ejercicio entero sin caídas.
Es fundamental , que la diversión y el placer , aparecezcan como dos de los motivos más importantes. El simple hecho de participar en una competición, parece tener un destacado valor intrínseco.
En los aspectos emocionales, los de mayor frecuencia son el miedo al éxito y al fracaso, a lesionarse, al dolor y al ridículo social, entre otros procesos psicológicos que como el orgullo, la tristeza o la alegría que influyen también, a veces decisivamente, en la motivación individual.
Por último, señalaremos como factores psicológicos a trabajar en la Rítmica y en otros deportes, el papel de las principales dimensiones emocionales como son la intensidad, tensión ante la incertidumbre de los resultados o la complejidad situacional (como antes de salir al tapiz en una competición), así como también, sus efectos sobre la acción y las vivencias en la práctica deportiva.
Mis agradecimientos a todos los integrantes de la Rítmica Escolapios de Pozuelo, en especial a su entrenadora Cristina Lancho, por confiar en mi trabajo y motivar a sus gimnastas para afrontar nuevos retos deportivos. Mis mayores deseos para esta gran familia.